Para lograr este objetivo, es necesario centrarse en algunos puntos a la hora de diseñar un sitio web y sobre todo intentar ponerse en el lugar del usuario:

• Disposición de los elementos. La armonía en la composición de elementos es clave para crear un efecto visualmente agradable, sin embargo, se puede romper esta armonía para centrar la atención del usuario en algún elemento de la página, siempre llevando cuidado, ya que es conveniente destacar sólo aquello que realmente merezca la pena.
• Colores. A la hora de elegir los colores, es imprescindible que pensemos en el tipo de usuario al que va dirigida la página. Por ejemplo, no se nos ocurrirá hacer una web dirigida a niños en tonos negros o grises, porque esto no llamaría su atención. Tampoco se debe abusar de los colores, poner una gran variedad de colores puede resultar estresante, dar sensación de desorden y además sería muy complicado destacar algo. Sin embargo, en una web con pocos tonos, los cambios de tamaños de fuente o contraste entre colores pueden resultar decorativos a la vez que destacan la información que queremos. Por otro lado, hay gamas de colores que resultan relajantes, más aún si se combinan con degradados o formas redondeadas. Otros colores, en cambio, dan más sensación de actividad, movimiento o acción. También podemos jugar con esto, dependiendo del efecto que queremos que cause nuestra web.
• Imágenes, gráficos. La carencia de imágenes no es útil ya que los elementos visuales ayudan a mantener la atención del usuario, pero el abuso de las mismas es contraproducente, ya que pueden aturdir al usuario además de que aumentan el tiempo de carga de la página. Es conveniente conseguir imágenes o gráficos que se integren bien con el diseño haciéndolo más atractivo pero sin molestar al usuario. Por ejemplo, los fondos demasiado vistosos o muy oscuros dificultan bastante la lectura del texto y pueden llegar a resultar muy molestos.

En resumen, es muy importante realizar un diseño con una estética bien estudiada, pensando en el tipo de usuario al que va destinado y el efecto que queremos que cause en él, cuidando la disposición de elementos, colores e imágenes para conseguir captar su atención, consiguiendo crear una web que resulte atractiva y agradable.

Elena Sáez Jiménez

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