A la hora de acceder a un contenido digital, un usuario puede encontrar obstáculos relacionados con la percepción, el manejo, la comprensión y la compatibilidad:
- Entre las posibles barreras para la percepción, podemos destacar la inexistencia de textos equivalentes alternativos para los elementos gráficos y sonoros; la falta de contraste entre los colores de las imágenes y los textos, y entre sonidos; o la falta de estructuración en los contenidos.
- Entre los obstáculos para el manejo, podemos citar la obligación de usar el ratón (sin permitir la interacción con otros dispositivos como el teclado o incluso la voz humana); la necesidad de realizar acciones en tiempos determinados; la existencia de movimientos, destellos o parpadeos en el contenido; la falta de claridad en las barras y menús de navegación; las carencias de estructuración; o la intolerancia al error (ortográfico, de acción).
- Entre las barreras para la comprensión, podemos reseñar la existencia de títulos de páginas (etiqueta Title) genéricos o poco significativos; el hecho de que no estén marcados los idiomas del documento; el uso incorrecto de las marcas de encabezado; la inclusión de enlaces sin sentido o fuera de contexto; el que no se desarrollen en el código fuente las abreviaturas o los acrónimos; o, incluso, la utilización de un lenguaje críptico o poco claro.
- Y, por último, entre los obstáculos para la compatibilidad, cabe señalar las dificultades de navegación derivadas del uso de los browsers (diferentes programas, visualización incorrecta en versiones antiguas o de última generación); la existencia de errores en la sintaxis del código fuente; la dependencia de la descarga de un determinado plugin; o la incompatibilidad con las ayudas técnicas.
Estas barreras afectan especialmente a determinados colectivos:
- A niños y personas mayores.
- A personas con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales; con problemas cognitivos o del lenguaje (incluidos los inmigrantes); o con dificultades circunstanciales (como el ruido o la mala iluminación).
- A personas con dispositivos lentos o antiguos.
- A personas con limitaciones de infraestructura (por ejemplo, a los internautas que no tienen la posibilidad de acceder a la banda ancha).
- Y en el caso contrario, a personas con dispositivos de tecnología punta.
En España hay actualmente más de 3.500.000 personas con discapacidades (lo que supone aproximadamente un 8% de la población). Este importante segmento de la población suele encontrar dificultades cuando navega por la World Wide Web y estos problemas se convierten en obstáculos muy graves cuando los usuarios discapacitados se ven obligados a realizar gestiones en línea (como, por ejemplo, las derivadas de la administración electrónica).
Conscientes de estas limitaciones, tanto la Comisión Europea como el Gobierno español han establecido normativas en pos de la promoción de la accesibilidad. En febrero de 2003, una resolución del Consejo de la Unión Europea sobre accesibilidad electrónica se marcaba el objetivo de mejorar el acceso de las personas con discapacidad a la Sociedad del Conocimiento, fomentando la toma de conciencia entre los productores de contenidos digitales para evitar la exclusión social en Internet. La Comisión Europea adoptó como estándar las pautas de la Web Accessibility Initiative (WAI), definidas por el World Wide Consortium (W3C).
En España están vigentes dos leyes y un real decreto que afectan en diferente grado a las Empresas, el Sector Público y el Tercer Sector:
- Real Decreto 1494/2007, de 12 de noviembre, Reglamento sobre las condiciones básicas para el acceso de las personas con discapacidad a las tecnologías, productos y servicios relacionados con la sociedad de la información y medios de comunicación social.
- Ley 51/2003 de 2 de diciembre de 2003, de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las personas con discapacidad.
- Ley 34/2002, de 11 de julio de 2002, de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico.
La accesibilidad web no es un capricho. Además de dar muestra de responsabilidad y compromiso social y de estar dentro de la legalidad, contar con un sitio web accesible conlleva otras ventajas:
- Incrementa la audiencia potencial.
- Mejora el posicionamiento en los buscadores.
- Facilita la utilización de la interfaz del sitio.
- Mejora el acceso a los contenidos y el uso de los servicios.
- Facilita la adaptación a nuevos dispositivos de acceso a Internet (PDA, telefonía móvil, etc.).
El Taller Digital cuenta con un equipo de consultores de accesibilidad, que ha trabajado en distintos proyectos, entre los que destaca la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y su propio sitio web, eltallerdigital.com. De hecho, en él ha empleado la norma UNE 139803 "Requisitos de accesibilidad para contenidos web", aplicando una metodología que asegura de forma permanente la accesibilidad web del sitio y de todos sus contenidos. Dicho trabajo ha culminado con la obtención del primer Certificado AENOR - Marca N de Accesibilidad TIC concedido a una empresa tecnológica en España.
Antonio Carrasco Rodríguez
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