Parece ser que los principales "pesos pesados" de esta lucha entre HTML5 y Flash, son Apple, Adobe, Google y Microsoft.
Por un lado, Apple como férreo defensor de HTML5, contra Adobe, Google y Microsoft (que parece que tiene poco que hacer con su "Silverlight").
Hasta ahora, los algoritmos de procesamiento vectoriales de Flash siguen siendo una ventaja competitiva en el mercado y, por ello, su código sigue siendo "propietario" y guardado como la fórmula de la Coca-Cola. Por otro lado, HTML5 promete ser el nuevo estándar para la web ya que permite que el vídeo y otros contenidos interactivos que hasta ahora han sido cubiertos por Flash, sean distribuidos sin tener que recurrir a Adobe.
Desde Apple (Steve Jobs) se acusa a Flash de disminuir el rendimiento de los procesadores, pero hay estudios que afirman (y no digo "demuestran" con toda la intención del mundo...) que eso no es cierto, ya que depende de la plataforma sobre la que se ejecute y de si ésta permite o no que Flash acceda a la aceleración por hardware.
Pero seamos prácticos, lo cierto es que hoy por hoy hay muchas empresas que sólo tienen homologado el uso de Internet Explorer, por lo que desarrollar aplicaciones que no funcionen en el Explorer de Microsoft implicaría renunciar a una gran cuota de mercado. Aunque también es cierto que en la nueva versión del Explorer (ver. 9) se soportará HTML5.
Otro factor a tener en cuenta es que, parte de esta lucha de titanes se librará entre aquellos que quieran llevarse su trozo de pastel en el terreno móvil.
Conclusión: ni Flash es lo peor en cuanto a rendimiento y funcionalidades se refiere, ni HTML5 es la solución a todos los problemas. Se trata más bien de una guerra entre imperios que al final se resolverá a favor de uno y otro... ¿Cuándo?, probablemente no en el 2010, habrá que esperar, un poco más.
Mar Santos
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