Alicante, 16 de enero de 2009 - El creciente interés por el uso de formatos estándar de ficheros tiene su origen en la necesidad de evitar la dependencia de un único proveedor de software; facilitando el intercambio de ficheros entre entornos informáticos distintos, asegurando que la información depositada en dichos ficheros no se pierda en el caso de que el proveedor del software con que se generaron desapareciera, y favoreciendo la competencia en la industria del software frente a la tendencia al monopolio.